Compilado por la Lic. Nidia Marsero, responsable de Gestión Administrativa y Articulación, de la Oficina de la Mujer, de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Diferencia entre sexo y género
Sexo es la diferencia biológica entre varones y mujeres; diferencias que por tanto son naturales.
Género se refiere a las características y oportunidades económicas, sociales y culturales atribuidas a varones y mujeres en un ámbito social particular en un determinado momento.
∙ Igualdad de género: significa igual tratamiento para mujeres y varones en las leyes y políticas, e igual acceso a los recursos y servicios dentro de las familias, las comunidades y la sociedad en general.
∙ Equidad de género: significa justicia en la distribución de beneficios y responsabilidades entre varones y mujeres. Frecuentemente requiere programas y políticas específicas para mujeres, que eliminen las inequidades existentes.
∙ Discriminación de género: se refiere a cualquier distinción, exclusión o restricción hecha sobre la base de los roles y las normas de género socialmente construidas que impidan que una persona disfrute plenamente los derechos humanos.
Los roles de género son aprendidos: No son naturales, a niños y niñas se les enseña sistemáticamente a ser diferentes entre si. La socialización de género comienza temprano en la vida. Esto incluye aprender a ser diferente, por ejemplo en términos de:
ü Los roles de género se aprenden y por lo tanto pueden ser desaprendidos, no son imposibles de cambiar.
Apariencia y vestimenta
ü Actividades y pasatiempos
ü Respuestas emocionales
ü Metas intelectuales.
ü Comportamiento
ü Responsabilidades
Patriarcado: Sistema jerárquico de relaciones sociales políticas y económicas que tomando como excusa la diferencia biológica sexual y su significado genérico establece, reproduce y mantiene al hombre como parámetro de la humanidad otorgándole privilegios e institucionalizando su dominio y superioridad sobre la mujer. Se refleja de distintas maneras en diferentes sociedades en todos los ámbitos de la vida.
¢ El patriarcado aparece como si se tratara de una estabilidad propiciada por la naturaleza que puede desafiar durante todos los siglos cualquier arremetida de la cultura.
¢ No hay ninguna naturaleza que se manifieste al favor del patriarcado.
¢ La naturaleza no tiene ninguna normativa hacia lo que podría ser la jerarquía de los sexos.
¢ La naturaleza no tiene ninguna moral.
¢ La naturaleza no manda ninguna ética.
¢ La moral la ética, lo que tiene que ver con las costumbres, con las relaciones que nos hemos dado los géneros, es una producción histórico cultural de las más densas que conozcamos.
Sexismo: Es una creencia basada en mitos y mistificaciones que declara la superioridad del sexo masculino, derivándose en privilegios para ese sexo que se considera superior, los cuales mantienen al sexo femenino al servicio del sexo masculino, situación que se logra haciendo creer al sexo subordinado que esa es su función “natural” y “única”.
Principales manifestaciones del sexismo:
Ginopia: invisibilización de la experiencia femenina, imposibilidad de ver lo femenino.
Misoginia: repudio u odio a lo femenino.
Androcentrismo: Visión del mundo desde la perspectiva masculina únicamente, tener al hombre como medida de todas las cosas. Toma al hombre como paradigma de los humanos, sus necesidades se generalizan y validan para hombres y mujeres.
Formas extremas: ginopia y misoginia:
Sobregeneralización: Estudio, teoría o texto que solo analiza la conducta del sexo masculino, pero plantea los resultados, análisis, conclusiones o el mensaje como válidos para ambos sexos.
Sobreespecificidad: Presentar como específico de un sexo ciertas necesidades, actitudes e intereses que en realidad son de ambos sexos.
Insensibilidad de género: Se presenta cuando se ignora la variable género como una variable socialmente importante y válida, sea cuando no se toman en cuenta los diferentes lugares que ocupan hombres y mujeres en la estructura social, o el mayor o menor poder que detentan de acuerdo al sexo, etc.
Doble parámetro: Similar a doble moral. Se da cuando la misma conducta, situación, característica, son valoradas con diferente parámetro o instrumentos para uno u otro sexo.
Deber ser para cada sexo: Partir de la creencia de que hay conductas o características que son más apropiadas para un sexo que para el otro.
Dicotomía sexual: Partir de una concepción binaria en la que se trata a los sexos como diametralmente opuestos y no se reconocen como sexos con características semejantes.
Instituciones de socialización del género:
Los roles de género son enseñados y reforzados por instituciones sociales variadas: familia, religiosas, comunidad, escuela, medios de comunicación, compañeros de trabajo. Las mujeres desempeñan un rol tan importante como los varones en la socialización de niñas y niños dentro de sus roles de género.
Reglas y prácticas de estas instituciones se perciben como imposibles de cambiar. En muchas instancias niñas y niños no reciben ninguna explicación acerca de por qué se deben comportar de determinada forma. Si se le da alguna razón generalmente incluye motivos culturales y religiosos.
En general se acepta que la cultura y la religión no pueden ser cuestionadas, es importante destacar que la cultura es cambiante, constantemente definida y redefinida por la gente.
Cuando niñas/os cuestionan son amonestadas/os, adultas/os etiquetadas/os y aisladas/os por su condición de diferentes.
Razonamiento circular tras los estereotipos de género:
Por lo general la sociedad valora menos a las mujeres que a los varones. La sociedad prescribe roles específicos para niñas y niños pero los valora de manera diferente. Este valor desigual es la fuente de la discriminación y opresión de las mujeres y explica la condición inferior que se les otorga en la sociedad.
A niñas y niños se les enseña sistemáticamente a hacer o no determinadas cosas o a no comportarse de determinada manera, luego se afirma “los varones no son buenos para cuidar bebés” o que “las mujeres no pueden manejar situaciones de crisis” Parece poco razonable que después de determinar que mujeres y varones desempeñen diferentes roles la sociedad perciba a las mujeres como menos valiosas que los varones.
En el ámbito judicial es común la asignación de causas según el sexo (robos-varones, abuso-mujeres) en consecuencia, no desarrollan habilidades ni se familiarizan con el tratamiento de otro tipo de delitos.
Dificultad para cuestionar las normas y prácticas de género:
Resulta más fácil adaptarse a los roles socialmente prescriptos que soportar las consecuencias de la disconformidad con esos roles. Las repercusiones son muy difíciles de soportar o no vale la pena enfrentar el costo social que acarrea.
Es difícil ejercer presión para que la familia cambie. La familia es una de las instituciones sociales más importante que sostiene y refuerza las inequidades de género. Aun así el hecho de que la familia corresponde a la esfera privada ha ayudado a mantener lo que ocurre dentro de la familia separado de las fuerzas de cambio y de las presiones que pueden ejercer las políticas para la equidad de género.
El cumplimiento de los roles de género es controlado por un espectro de comportamientos de control que van desde una simple aprobación /desaprobación hasta el ostracismo social y la agresión e inclusive la violencia socialmente tolerada (lapidación) La no intervención de terceros en lo que sucede dentro del hogar, otorgando poder absoluto al jefe masculino del hogar es una de las herramientas más poderosas para mantener las inequidades de género.
La inequidad de género frecuentemente está escrita en leyes y contenida en políticas:
La inequidad es sistemáticamente legitimada e institucionalizada mediante leyes y políticas, lo que dificulta la tarea de cuestionar y romper los roles de género, aunque en los últimos años se ha avanzado considerablemente en el aspecto legislativo. (Ej. violación dentro del matrimonio raramente es identificada como delito.)
Los varones también están constreñidos por la construcción de la masculinidad:
Si bien las diferencias de género representan una desventaja mayor para las mujeres, los varones también están constreñidos por la construcción de la masculinidad. Por lo tanto también existen varones que están preocupados por redefinir los roles y las relaciones de género.
Luchar contra la inequidad de género significa desafiar una ideología:
El tema de la inequidad de género no se trata simplemente de varones contra mujeres, es mucho más complejo. Se trata de desafiar una ideología que valora a los varones como superiores a las mujeres y que los dota de un gran poder. Lo que se está discutiendo es una visión del mundo, una ideología que ubica a los varones como inherentemente superiores a las mujeres. Esta ideología “patriarcado” puede ser sostenida y perpetuada tanto por varones como por mujeres. (Ej. trabajadoras que oprimen a otras trabajadoras)
Se trata también de cuestionar las instituciones que sostienen estos valores.
La dificultad de pensar un mundo diferente al que cotidianamente se vive radica en que ello implica replantear tajantemente las relaciones entre hombres y mujeres y desmontar situaciones de desventaja, exclusión, discriminación e invisibilización que las mujeres viven cotidianamente. Esto no quiere decir que deba descartarse como lucha política y como práctica cotidiana por más difícil que parezca.