LA TECNOLOGÍA AL SERVICIO DE LA JUSTICIA

Alejandro Rosales

Alejandro Rosales

El Dr. Alejandro Rosales, Juez Penal de Primera Instancia en Sarmiento opina sobre esta nueva herramienta.

 

El Servicio de Acceso Remoto Seguro por Internet (VPN), que brinda la Secretaría de Informática Jurídica del Superior Tribunal de Justicia es una nueva herramienta para que los jueces puedan trabajar, generando desde cualquier lugar, con una notebook, documentos jurídicos para allanamientos y órdenes de captura, entre otras diligencias.

En relación a la posibilidad que la tecnología pone en manos de los hombres y mujeres que imparten justicia en Chubut, el Secretario de Informática Jurídica del STJ, Lic. Alejandro Biaggio afirma que se trata de “… un dispositivo que apoya y agiliza el proceso judicial permitiendo el trabajo a distancia de un juez, con acceso a todas las herramientas para la gestión judicial electrónica, como si estuviera sentado en su despacho, desde cualquier lugar en el que se encuentre”.

EXPERIENCIA EN SARMIENTO

En ese sentido, el Dr. Alejandro Rosales, Juez Penal de Primera Instancia en la ciudad de Sarmiento contó la experiencia que está llevando a cabo con esta herramienta: “Es indudable que todo cambio genera resistencia. La frase no me pertenece pero describe la situación que viví cuando el delegado informático de mi circunscripción judicial, el Lic. Jorge Cengija me habló por primera vez del sistema VPN (Acceso Remoto Seguro por internet) y el uso complementario de la firma digital. Tibiamente había incorporado el uso de la firma digital, pero no me atrevía siquiera a escuchar cuál era la utilidad del VPN. Creía que todo acto jurisdiccional era válido, si y sólo si, ante una solicitud jurisdiccional presentada fuera del horario de oficina, concurría personalmente al tribunal, confeccionaba, imprimía y suscribía de puño y letra la resolución”.

OPTIMIZAR RECURSOS

El actual juez de Sarmiento continuó relatando: “Gracias a la sana insistencia del delegado informático y también a las charlas informales que mantuve con varios de los integrantes de la Oficina Judicial, pude comprobar, inicialmente no muy convencido, que desperdiciaba una herramienta que hoy me permite ahorrar tiempo y optimizar recursos. En efecto, papel en mano tomé nota de las explicaciones del delegado informático acerca de cómo debía ingresar al sistema, crear un documento, e incluso me explicó que podía confeccionar plantillas sobre las que podía trabajar una y otra vez ante cada pedido. Fue entonces cuando familiarizado con la novedosa red, comencé a incursionar y emitir las primeras órdenes jurisdiccionales desde mi propio domicilio y en sólo unos minutos. A ello sumo que contamos con una extensa jurisdicción territorial, y así, el mismo uso que doy al VPN y firma digital desde mi domicilio particular puedo prolongarlo a todo lugar que cuente con Wifi”.

Fotografía: Diario El Patagónico