Un jurado popular dictó veredicto de culpabilidad sobre Miguel Ángel Sáenz de Zumarán, único imputado por el crimen de Federico Copponi, en un hecho ocurrido el 11 de junio de 2023 en la ciudad de Esquel.
Tras una extensa deliberación -casi cinco horas- el jurado popular llegó a la conclusión unánime de que Sáenz de Zumarán es culpable de Homicidio agravado por uso de arma y alevosía, calificación legal planteada por la fiscalía en su alegato.
Se trata de una causa tramitada en la Carpeta Judicial Nro. 5995 ” Prov. del Chubut c/ M.A.S.Z ” por un hecho calificado como homicidio agravado.
Tras deliberar respecto a la prueba producida en el juicio, las seis mujeres y seis hombres que integraron el jurado popular dieron a conocer su veredicto ante el juez técnico Martin O’Connor, las partes intervinientes y la familia de la víctima que asistió a cada uno de los días que duró el juicio.
El juicio por jurados se inició el pasado lunes 6 de mayo tras constituirse el jurado en la audiencia de Voir Dire y el martes 7 empezó el debate. Este viernes, en el último día de actividad, los integrantes del jurado popular escucharon los alegatos de las partes y las instrucciones del juez O’Connor respecto a los alcances de la deliberación que llevarían adelante.
En este caso, la acusación estuvo a cargo de la Dra. María Bottini, Fiscal Jefe de Esquel y el funcionario de fiscalía Julián Forti, en tanto que la Dra. Nelly García actúa como defensora particular del imputado. La familia de la víctima presenció el primer día de debate y se encuentra constituida como querellante con el patrocinio legal del Dr. Agustín Hermosilla.
La fiscalía acusó a Sáenz de Zumarán como autor del delito de Homicidio agravado por uso de arma y alevosía en carácter de autor, al señalar que el 11 de junio de 2023, alrededor a las 2.00 hs. aproximadamente, cuando la víctima, Federico Enrique Copponi, se encontraba en un sillón, mirando en dirección al respaldo del mismo, fue asesinado de un disparo de arma de fuego en la cabeza. Según la acusación fiscal, Sáenz de Zumarán, quien solía pasar tiempo en esa misma vivienda, era la única persona que acompañaba al fallecido al momento del hecho.