*Por Graciela Rodríguez Noguera, Mónica Yamaguchi y Sonia Peralta
En sala de espera…
“- ¿Qué haces? -le pregunto.
-Estoy picando piedras. -respondió el esclavo, mal humorado.
El general giró de repente hacia otro esclavo que subía y bajaba el martillo con determinación y lo que le llamó la atención es que estaba con una sonrisa en el rostro.
– ¿Y tú porque sonríes si también estas picando piedras? le preguntó el oficial al esclavo cuando se acercó.
El esclavo se paró un momento, lo miro y le respondió.
-No mi general, yo estoy construyendo una catedral. dijo antes de volver a bajar el martillo.
-Del libro Los cerezos en diciembre, de A. Almada-
Nos encontramos en “la sala de espera de esta construcción que nos interpela”, desafiando el entramado emocional y profesional, con “ladrillos” que resuenan y nos urgen para un regreso laboral, pero que dado este marco de aislamiento, distanciamiento en tiempos de pandemia–cuarentena, van adquiriendo resignificación; nos referimos a palabras con grandes contenidos que se mostraban incipientes en otros momentos en relación a diseñar el proceso de mediación y que se introducen de lleno al ámbito de trabajo futuro, a decir: Rec: resolución electrónica de controversias, Odr online dispute resolución, ciberespacio, cibermediadores, mediación en contextos electrónicos o virtuales ,RDL: Resolución de disputas en línea; on line; asincrónico, reset, etc.
Pensarse desde la mediación en contextos virtuales, como así cualquier otra forma de procedimientos de gestión conflictos en el entorno cibernético, es un reto, dada las condiciones actuales de profesionalización, al menos en la zona, como así la utilización de las nuevas tecnologías de la información, la instrumentación de internet para la gestión de disputas que se producen tanto en el mundo real y ahora con mayor énfasis en el virtual.
Los mediadores en esta nueva configuración de trabajo, donde cambia el escenario, pero los actores son los mismos, nos estamos interrogando en estas nuevas formas de abordar la conflictividad. Estamos atentos a que en otros lugares, existen experiencias sistematizadas de mediaciones virtuales, donde la tecnología otorga las herramientas necesarias para poder dar respuesta a personas que viven en distintas localidades o aún viviendo en las misma pero que no se puede trasladar. Al cabo de un tiempo de transitar este periodo de aislamiento, comenzamos a preguntarnos qué necesitamos para cybermediar, en esta zona, en nuestro lugar, desde la gestión técnica hasta la gestión de las emociones en entornos virtuales.
En nuestra provincia el proceso de mediación es conducido por comediadores, surge que entendemos que esta modalidad en la gestión de conflictos en esta época de pandemia-aislamiento, es otro desafío pensando en la mediación virtual.
La figura de los comediadores ayuda a multiplicar la creatividad y reflexión sobre la situación planteada, enriquece la mirada interdisciplinaria ofreciendo una visión integral de la cuestión, esta modalidad puede ayudar a integrar los distintos puntos de vistas que favorezcan a la comprensión, al momento de realizar un análisis de las herramientas profesionales que deberían implementarse en cada reunión.
Existen prácticas de técnicas informáticas para mediar de manera virtual incipientes en nuestra región y últimamente hemos logrado incorporar una importante cantidad de conocimientos; es sabido que entre la teoría y la práctica debe existir un momento de acople que incluye expectativas, desazón, imaginación, dudas, reorganización y mil preguntas que se irán desmenuzando en la medida en que empecemos a caminar por el nuevo sendero que propondrá el “tiempo de pandemia-aislamiento”.
Entendemos que los postulados de la Mediación no se alteran por la pandemia-aislamiento, los mismos se mantienen y respetan en aquello que hace a la formalidad y fondo de actuación profesional, como así a la idoneidad del proceso. Es decir que la voluntariedad, la imparcialidad, la confidencialidad, etc.; se dimensionan, atentas al nuevo paradigma de cybermediación, como así también nuestra actividad como facilitadores del diálogo que impactará ante este nuevo escenario laboral.
Deberemos ser muy cautelosos en relación al cuidado del entorno del proceso de mediación, al lugar donde acontece, al momento de establecer el clima de confianza, básico y necesario entre las partes y el Mediador para que la distancia física que en algunas ocasiones se deforma por la virtualidad, no distorsione el lenguaje corporal con el discurso, ni impacte en el devenir del encuentro virtual; para ello deberemos ser meticulosos al momento de la elección de la plataforma virtual que se utilice.
La atención estará puesta en el lenguaje, como hilo seguro para desarrollar la participación de todos los integrantes de la Mediación, por tanto, será un desafío adecuar las herramientas de comunicación que se ponen en acción.
Deberemos estar preparados para legitimarnos tanto en lo profesional como en el punto del proceso en el que vayamos transitando, sin que este accionar implique una tarea tuitiva, direccionada a las partes, ofreciendo claridad y transparencia durante el proceso, garantizando la toma de decisiones y autocomposición de las mismas.
Cómo iniciar la mediación para que las partes sientan que la virtualidad no es un obstáculo para el proceso, será parte de esta nueva apropiación, ya que estamos acostumbrados a tener sentados en nuestra mesa de mediación a las partes, saber quiénes son, percibir su estado emocional, lo gestual, el uso de recursos gráficos, manejar la disposición – ubicación de los mismos, el clima de la reunión, la empatía.
El Mediador deberá agudizar “la escucha” ya que aparecerán como sobrevaloradas algunas actitudes de las partes que hasta ahora eran visibles y que pueden marcar el curso de la reunión. El uso de “la palabra”, cuando ésta es el instrumento que transmite la casi totalidad de las expresiones de los participantes durante la Mediación, deberá ser “atendida” y “entendida”, así también la incorporación de los silencios, como actos voluntarios de las partes que en este nuevo contexto adquieren un valor aún más importante. Hoy estamos pensando en pasar a una instancia virtual de construcción de agenda que debe incluir la validación de la identidad de las partes, la generación de confianza, la búsqueda de los intereses, la generación de opciones, la construcción de hipótesis, la interacción y los silencios mediatizados por la pantalla y el tiempo frente a ella. La confidencialidad, la firma del acuerdo, el manejo de las emociones, cuáles serán las directrices para lo actuado en el marco de resguardado por la seguridad informática dada la inmensidad de información delicada, íntima y personal emitida por las partes.
Sabemos que cuando se elije un mecanismo ODR, además de respetar los requisitos generales de este tipo de sistema alternativo, es indispensable tener en cuenta: la disponibilidad para que, cualquier persona desde cualquier lugar y en cualquier momento pueda tener la accesibilidad de los medios de conectividad a su alcance, la facilidad de uso, el aspecto interactivo, amigable y rápido, asegurando la recepción de las notificaciones y la seguridad de todo el proceso para un ingreso cordial al hardware y software que sea inclusivo.
Nos cuestionamos en relación a la equidad, otro punto que consideramos importante en las mediaciones virtuales, el actuar por igual con todas las partes, dando a cada una la misma oportunidad para expresarse y tomar decisiones sobre cómo llegar a lograr sus objetivos, en un marco de transparencia, consensuando un conjunto de reglas a respetar para garantizar la organización del intercambio de información, con simetría en los tiempos del discurso y participación. Debemos pensar que las distintas plataformas informáticas de comunicación virtual, permiten una serie de acciones que deberán expresarse en el discurso inicial, por ejemplo que se puede silenciar a alguna de las personas (parte) que se encuentran “reunidas” a fin de mantener una conversación privada, advirtiendo que se deberá mantener el equilibrio en el trato y otorgar el mismo tiempo a la otra parte.
Asimismo, se podrá silenciar la sala para dar ingreso a conversaciones entre los Mediadores. Esta dinámica deberá ser explicitada de antemano y ambos Mediadores deberán trabajar alineados y coordinados de manera proactiva a fin de agenciar de manera ordenada la gestión del conflicto.
Para finalizar, nuestra realidad nos muestra que ha cambiado la forma en que vamos a trabajar, a realizar las mediaciones. Afloran las emociones positivas las que aumentaran acrecentarán la atención, el pensamiento ampliando a diferentes temas, accediendo a una gama de perspectivas y acciones, construyendo recursos y habilidades psicológicas, sociales; y están presentes las emociones negativas como la incertidumbre, el miedo y la ansiedad, etc., ambas intensas que regularan nuestro pensar y accionar, activadas por esta nueva situación, pueden ser abrumadoras, o inducir a un estrés en el “lugar de trabajo” o un estado de agotamiento emocional, por la alegría de un retorno con cambios internos y externos, que indudablemente conmueven nuestro bienestar y el de los que nos rodean , en todos los ámbitos de desempeño (laboral ,familiar y social). Resulta importante que reconozcamos nuestros propios signos emocionales, para poder desarrollar mecanismos resilientes, en virtud de que los convocados a las mediaciones asistirán con una carga emocional, propia del tiempo que nos permeabilizó, que deberemos acompañar para una gestión positiva de las emociones.
Hasta aquí, nos interpelamos, organizando algunas de las respuestas, en una instancia inicial, pero solo podremos avanzar cuando instalemos nuevas miradas en la actividad cotidiana de Mediar, entendiendo que los nuevos tiempos nos invitan a describir, entender y actuar en un nuevo paradigma, en el que las partes y los Mediadores nos veremos obligados a organizar para emprender alternativas de soluciones nuevas a través del dialogo.
Nuevos tiempos, nuevos aprendizajes o re significación de aprendizajes.
Bibliografía consultada:
Covella, Mónica, Arias Félix. Blog comediación.
Conforti, Franco. 2008. “Liderazgo positivo: construir el futuro con imaginación e idealismo.” Buenos Aires: Acuerdo Justo.
Elisavetsky, Alberto “La mediación a la luz de las nuevas tecnologías” Ed. Erreius.
Conferencias de la fundación Liborio Mejia, MASC para la paz. Canal YouTube.
Todo sobre Mediación, mediación y gestión en alianza con fundación instituto de mediación. Seminario internacional los Marc y la mediación en tiempos de crisis.
https://books.google.com.ar/books/about/Resoluci%C3%B3n_de_disputas_en_l%C3%ADnea_RDL.html?id=k0yoBQAAQBAJ&printsec=frontcover&source=kp_read_button&redir_esc=y#v=onepage&q&f=false
https://revistademediacion.com/articulos/mediacion-en-linea/
*Dra. Graciela Rodríguez Noguera (Abogada. Diplomada en Seguridad. Social. Mediadora. Especialidad en Mediación Familiar, Mediación Educativa y Mediación Gremial y Sindical. Miembro de la Asociación de Mediadores de la Pcia. del Chubut). Lic. Mónica Yamaguchi (Lic. en Educación Inicial -UNSE-. Técnica Superior en Minoridad y Familia. Mediadora MP 96. Diplomatura en Mediación y Negociación). Prof. Sonia Peralta (Prof. Especializada en Discapacidad Mental y Física. Posgrado en Pedagogía de la Diferencia. Mediadora Especializada en Familia y Penal. Supervisora en la Región IV de la provincia de Chubut. Juez de Paz Suplente de la ciudad de Trelew. Mediadora Matriculada).