*Por las mediadoras: Graciela Rodríguez Noguera, Sonia Peralta y Mónica S. Yamaguchi.
Que todo tiempo pasado deja experiencias, vivencias y enseñanzas, nadie lo cuestiona. Entender y aprender lo que pasó es arte y tarea ineludible.
Nosotras queremos describir una experiencia compartida desde el amor al trabajo, la dedicación, y lo cotidiano de querer saber para transmitir lo aprendido.
En pandemia, casi juntas advertimos que teníamos más puntos de coincidencia que detalles que nos alejaran del propósito y meta que nos estábamos proponiendo; sumar saberes a los ya incorporados por la vida, por nuestros trabajos y profesiones focalizando en el diálogo como modalidad de gestionar y/o resolver conflictos. Una oportunidad de crecer a través de una “pantalla “, de un entorno virtual que se instalaba en la vida real, para quedarse.
Las idas y vueltas de ideas, preguntas, respuestas y dudas, nos dieron la pista para caminar; partiendo de nuestro recorrido como mediadoras.
Comenzamos conversando por los espacios en los que creíamos más sensibles para iniciar la tarea de difusión de las diferentes formas en las que se pueden ver y desarmar los conflictos que se generan en la vida de las personas. Entendimos que hay instituciones que conviven con los problemas de las personas que acuden a ellos en su ayuda. Pero también sabíamos que ellos a su vez tenían dificultades para poder abordar esas cuestiones y las propias.
Así analizamos los problemas, los conflictos, las herramientas para construir un espacio de intercambio. Los métodos de resolución de las controversias más certeros para ingresar, gestionar y obtener resultados satisfactorios para todos los que estuvieron atravesando esa situación fue la preocupación mayor, la que nos interpelaba
El aprendizaje presencial era hasta hace un tiempo la manera consciente para enseñar. Habían fracasado muchas experiencias de querer aprender música o idiomas con discos, casetes u otros dispositivos. Por qué creer que esto iba a funcionar. Tal vez no se incluyeron en estos métodos la necesidad imperiosa de avanzar y de dar respuesta contra reloj a lo que el mundo indicaba que sería un período largo de encierro pero que seguíamos vivos y había que prepararse para salir en breve a enfrentar aquel espacio abandonado por el encierro; “la calle”, “el otro”, la otredad.
De allí la idea de trabajar en talleres de enseñanza virtual. Ante la incertidumbre, teníamos la certeza de que el aprendizaje con otros garantiza la compañía segura, colaborativa, pro activa y hospitalaria para avanzar hacia el mismo punto.
Concentradas en el contenido de nuestros formatos de talleres realizados con anterioridad en otros espacios presenciales, ofrecimos a la Escuela de Capacitación Judicial, dependiente del Superior Tribunal de Justicia de la provincia del Chubut, la potencialidad de los distintos formatos seleccionados para la formación, talleres o módulos, centrando la temática en el diálogo como herramienta de comunicación para la resolución de conflictos en el marco de la métodos alternativos de resolución de ellos.
Conocíamos, por haber participado en instancias de capacitación de la estructura institucional, como así de la generosidad de la plataforma virtual de la ECJ, las propuestas pedagógicas, especializada para un público exigente, con amplia y específica formación. Nosotras habíamos cursado diferentes propuestas de esta manera, hecho que nos animó al planteo.
Al ser aceptada la propuesta se nos abrió un mundo mágico: el aula virtual. Allí todo un “laboratorio de creación” en el cuál un texto plano se podía mostrar de diferentes maneras haciéndolo atractivo, entendible, accesible, de manejo sencillo para el usuario, con abordajes individuales y grupales, etc. La tarea permanente por parte de los administradores del Aula, nosotras las profesoras responsables del diseño, seguimiento y evaluación pedagógica, constituyó todo un desafío en dos direcciones: hacia la propuesta y en nuestra propia formación.
El trabajo virtual contiene todos los ingredientes de una tarea presencial, las emociones se expresan, los sentimientos están presentes; la responsabilidad, acompañamiento y contención son ingredientes infaltables en la tarea pedagógica.
A semejanza del aula presencial que se le asigna a un docente para que inicie su labor, al Aula Virtual había que construirla en un espacio de aprendizaje convocante, provocativa, intrigante, que despertara interés para avanzar, con lugares virtuales de pertenencia de los participantes, con contenidos claros, organizados, utilizando técnicas de enseñanza que se refieran a situaciones concretas; emprender una conversación didáctica guiada, para el aprendizaje autónomo. Existieron espacios de participación de intercambio en foros de interacción entre participantes y nosotras las profesoras.
La minuciosa selección del material, autores, videos, contenidos, etc., como así también nuevas técnicas de enseñanzas, nos fueron delineando “El Taller Virtual”, y con la asistencia incondicional del equipo de trabajo de la ECJ, pudimos determinarlo y construimos la demanda de para los destinatarios, logramos ir captando sus expectativas. Así se dio inicio a la puesta en acción con muy buenos resultados por la aceptación de la propuesta de capacitación y por la modalidad utilizada. Como corolario de este puntapié inicial, contamos con la participación de la Dirección de Recursos Humanos del Superior Tribunal de Justicia a través de todos los responsables de asegurar una instancia de capacitación para los participantes seleccionados. En esta nueva demanda se incorporaron destinatarios con perfiles diferentes para ello diseñamos otras estrategias que nada tenían que ver con la virtualidad. Armamos encuentros sincrónicos o asincrónicos, dado que en nuestra extensa provincia no todos contaban con la conectividad requerida y es así que ideamos cuadernillos para que se distribuyeran en soporte de CD o pen drive, única manera de acceder a los contenidos, haciendo su tarea por escrito y por parte nuestra aportando y realizando las devoluciones de la misma manera.
Emocionadas apreciamos la posibilidad, el crecimiento a partir del aprendizaje compartido y a la fecha podemos hablar de que todos los jueces de paz de la provincia de Chubut han recibido la capacitación a través de distintos soportes, ya sea aulas virtuales o cuadernillos digitales, las áreas de recursos humanos y familia en varias cohortes han podido transitar esta formación ya sea en aula virtual como así también el último tiempo de manera presencial, muchos participantes y muchas horas de administración, diseño y ejecución de lo planificado.
Los espacios de encuentro virtual y presencial, se tornaron amorosos, “vivos”, talantes, con mujeres, futuras madres, con bebés que compartían la clase silenciosamente en el regazo de sus madres, con padres atentos a las actividades de sus niños, con responsables de las áreas en una participación horizontal, con mates y experiencias compartidas. La vida de los participantes atravesaba la pantalla, al igual que como capacitadoras nos traspusieron situaciones diversas, como viajes en los que rogábamos que la conectividad fuera lo suficientemente buena para asegurar la presencia.
La incertidumbre inicial, sumado a las pretensiones y deseos de convertir esta circunstancia de encierro obligatorio en algo posible, en un lugar de encuentro en el que nada impidió concluir lo planificado.
Graciela Rodríguez Noguera, Sonia Peralta y Mónica Yamaguchi: Integrantes de la Asociación de Mediadores de la provincia del Chubut. Mediadoras en el Servicio Público de Mediación de la Provincia del Chubut.
*Dra. Graciela Rodríguez Noguera (Abogada. Diplomada en Seguridad. Social. Mediadora. Especialidad en Mediación Familiar, Mediación Educativa y Mediación Gremial y Sindical. Miembro de la Asociación de Mediadores de la Pcia. del Chubut). Lic. Mónica Yamaguchi (Lic. en Educación Inicial -UNSE-. Técnica Superior en Minoridad y Familia. Mediadora MP 96. Diplomatura en Mediación y Negociación). Prof. Sonia Peralta (Prof. Especializada en Discapacidad Mental y Física. Posgrado en Pedagogía de la Diferencia. Mediadora Especializada en Familia y Penal. Supervisora en la Región IV de la provincia de Chubut. Juez de Paz Suplente de la ciudad de Trelew. Mediadora Matriculada).